Verbo mata carita

Mis amigos de Peñasco no me comprenderán pero después de tres semanas el sonido de las chicharras puede llegar a ser abrumador. Leí por ahí (¡Gracias Wikipedia!) que su chirrido puede alcanzar los 120 dB, suficiente para dejar a una persona sorda si se expone al ruido muy de cerca y por tiempo prolongado. ¡Las propias chicharras bloquean sus aparatos auditivos para no dañarse! También aprendí que son las chicharras macho, cicadas le dicen aquí en Tucson, las que producen ese sonido hinchando su abdomen para atraer a las hembras. La temporada de apareamiento dura entre cuatro y cinco semanas dependiendo de la especie así que a ellas les quedan al menos un par de semanas más para conseguir pareja y a mí para escuchar su chasquido. Estoy seguro que hay cientos si no es que miles de ellas en los árboles.

Richard se imaginó a las chicharras machos comportándose como hombres para atraer a sus parejas y aparearse. Los imaginó desesperados y gritando todos al mismo tiempo - “¡Mira cómo me crece el abdomen!”, - “¡No te fijes en él, yo soy mejor, yo lo tengo más grande!”, - “¡No les hagas caso, el mío está más largo!” (hablando del abdomen por supuesto). Yo, por el contrario, me imaginé a los hombres comportándose como cigarras. Fantaseé con tipos musculosos flexionando sus bíceps y mostrando sus abdómenes planos con cuadritos, imaginé a otros que a falta de músculos mostraban joyas y fajos de billete en sus manos, varios más que a falta de músculos y dinero cantaban canciones o declamaban poemas de amor, y los garañones que sin músculos, dinero ni talento fanfarroneaban con tener un gran miembro. Imaginé a todos estos hombres tratando de llamar la atención al mismo tiempo en un frenesí insistente y ensordecedor como el de las chicharras o como el de los oscuros laberintos en los saunas de la Ciudad de México.

Quién se queda con quién en ésta época de apareamiento es como jugar a piedra, papel y tijeras. Carita mata dinero, dinero mata verbo y verbo mata carita, y esto último lo han comprobado grandes obras literarias como cuando Cyrano conquistó a Roxane con sus versos y excelentes joyas cinematográficas como cuando Mauricio Garcés conquistó con su picardía a varias damas de alta sociedad en Modisto de Señoras.

Pero nada como El Vaselinas en Bellas de Noche, que hacía feliz a tres ficheras con su gran virilidad.

"Me baño a la americana, me perfumo a la francesa, me peino a la italiana y me visto a la japonesa".

El Vaselinas en Bellas de Noche, 1975.

One Reply to “Verbo mata carita”

  1. Jim Burroway

    Mi problema: me baño a la francesa, me perfumo a la Italiana, me peino a la japonesa, y me visto a la americana.

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