Misión imposible (o Acompáñenme a leer esta triste historia)
De enero a la fecha que ando en bicicleta todos los días para (casi) todos lados, el sol ha hecho estragos y se me ha marcado un "farmers tan" como dirían aquí. El protector solar me ha ayudado para la cara pero creo que en los brazos no me ha funcionado igual. La cosa con el protector es que sudo tanto que me cae en los ojos haciéndome ver como que me he desvelado, ando crudo o me he fumado un gallo (no quiero decir que ninguna de estas tres cosas puedan llegar o no a ser ciertas, ya sea al mismo tiempo o por separado). Las más afectadas han sido mis manos que se quedaron resentidas del quemón (físico, no moral) que me di hace unos años. Le mandé mi carta a Silvia Pinal pero nunca la seleccionaron así que ¡Acompáñeme a leer esta triste historia!
Corría el año de 2003, acababa de comprar una casa en Hermosillo y la estaba amueblando poco a poco. Primero una cama y un aire acondicionado (lo más importante), un sillón, una mesa, sillas, refri, estufa y algunos platos. Aunque tenía un par de semanas viviendo solo, seguía comiendo en la casa de mi mamá pero ese día estaba dispuesto a probar mis cualidades culinarias así que me arranqué al Oxxo a comprar un paquete de spaghetti, un frasco de salsa, un sobre de queso parmesano, un seis de Tecate roja e invité a un amigo a comer.
¿Qué tan complicado puede ser cocinar una pasta? Solo la pones... a ver, déjame leer... 8 minutos en agua hirviendo... con... una pizca de sal... la escurres... y ya. Acostumbrado a usar fósforos Guerrero o cerillos Clásicos desde que vivíamos con mi abuela, eso de que la estufa fuera de encendido eléctrico no era lo mío. Tic, tic, tic, tic, nada. ¡Qué raro! A ver, otra vez, tic, tic, tic, tic, nada. ¿Estará conectada? Parece que si. A lo mejor está cerrado el tambo de gas. - ¿Todo bien?, me preguntó mi amigo desde la sala. - ¡Si, estaba cerrado el tambo de gas! Tic, tic, tic, tic, nada otra vez. Tic, tic, tic, tic, ¡Pero qué chingados! Tic, tic, tic, tic.... ¡Fuooooowwwwssshh!
¿Recuerdas la escena de Misión Imposible donde Ethan Hunt (Tom Cruise) sale corriendo en cámara lenta hacia la cámara mientras huye de una explosión y una bola de fuego que viene atrás de el se hace más y más grande hasta que llena la pantalla? Pues has de cuenta, pero yo no corrí, ni en cámara lenta ni en cámara rápida, me quedé congelado, bueno en realidad me había quemado con la llamarada. Mi amigo apenas tuvo tiempo de cerrar la válvula del tambo de gas mientras yo corría al baño para, según yo, echarme agua en la cara. Me vi en el espejo sin pestañas, sin cejas, con parte de mi pelo chamuscado. ¡Llévame al hospital! le grité. De repente empezó un fuerte ardor en la cara, brazos y manos. ¡Llévame al hospital! Diez minutos en el Facebook se pasan rápido, diez minutos de la casa al hospital parecieron eternos. Me pasaron de inmediato a emergencias; varias horas y un tarjetazo de crédito después estaba sin cenar y de nuevo viviendo en casa de mi mamá.
Se supone que el cuarto debería de estar lo más limpio posible para evitar infecciones, me lavaba y ponía cremas en la cara, brazos y manos dos veces al día y tenía prohibido salir al sol para evitar manchas. Así que la mayor parte del tiempo estaba leyendo o viendo televisión. De vez en cuando mi mamá se asomaba por la puerta junto con alguna amiga o un familiar. Mi mamá me sonreía y en voz baja comentaba algo a la otra persona quien asentía con la cabeza y hacía una mueca de extrañeza o admiración mientras mi mamá cerraba la puerta. Me sentía como mono en el zoológico sin el beneficio de que me tiraran Doritos o algún cacahuate.
Cuando regresé al trabajo era la sensación pues tenía que usar sombrero, mangas largas y guantes para protegerme del sol y tenía que atravesar la gran explanada del centro de gobierno en pleno agosto. Algunos compañeros de la oficina me gritaban ¡Torito!, ¡Torito! recordando la película de Pedro Infante donde Pepe El Toro pierde a un hijo en un incendio. Desde entonces el uso protector solar es obligación.
De vez en cuando, mientras ando en la bicicleta, me pongo los audífonos, le pongo "Shuffle" al teléfono y me sale el tema de Misión Imposible.
Fotos por Richard Whitmer