San Miguel
¨¡Oigan!, ¡Hey!.. ¿No tienen una pelota de colores?, es que la que traen se pierde con lo negro del terrazo" imaginé gritando a un tipo que estaba tomando fotos a unos niños jugando fútbol frente a la catedral de San Miguel de Allende.
Digo que lo imaginé porque estaba bastante lejos como para haber escuchado desde la terraza del restaurante donde estábamos comiendo. Desde ahí podía ver a dos fotógrafos con unos súper telefotos tomándoles fotografías a los niños. La escena me recordó a unas fotos que tomé hace muchos años en Real del Monte de unos niños que también estaban jugando fútbol frente a un mercado. En el parque frente a la iglesia se podía ver a muchos turistas (son muy fáciles de identificar) tomando fotos a los árboles, a los pichones, a los puestos de comida, a las iglesias, a la gente local.
De repente me vi como vi a éstos fotógrafos, y aunque yo no tengo telefotos (que intimidan a muchos), si quiero captar algún detalle, necesito acercarme mucho a la escena, haciéndome sentir como un violador del espacio cotidiano de otros. Y recordé nuestros paseos fotográficos por las callejones de San Cristóbal de las Casas, los calles de Tepito en el DF, el muelle de Bahía de Kino o el malecón de Puerto Peñasco, tratando de robarle un suspiro a la vida, tratando de vencer nuestros miedos de tomar fotos a desconocidos (una de las cosas más difíciles de la "street photography").
"Disculpe... la señora del rebozo rojo.... ¿Podría moverse un poquito más a la derecha?, es que estoy usando una velvia 100 y quiero resaltar el color con el fondo..."; "Disculpe señor, ¿Podría fruncir la cara para que se le marquen más las arrugas?... ándele así... ¿se puede poner un poquito de tierra en las uñas?... siento como que las trae demasiado limpias..."; "¡No señora!, no le limpie los mocos a su niño, los mocos dan muy buena textura y contraste... ¡Qué bueno que me traje la Mamiya de medio formato, va a salir súper!... no, nada, estoy hablando conmigo"; "¿Podría bajar la mano con la que me está pidiendo dinero?... es que se está tapando la cara... un poquito más abajo... un poquito más... ándele así... no, no, es que no traigo feria...¡A la vuelta!".
Y es que el National Geographic y Steve McCurry nos tienen en el imaginario de los "pueblos mágicos" y las "celebraciones exóticas". Y sin embargo que fuera de nosotros sin las fotografías que retratan la vida sin retoques como la de Nick Ut, Dorothea Lange o Diane Arbus, entre muchos otros, que nos han abierto los ojos a través de las imágenes.