De compras en Phoenix.

Ya pasó diciembre y como es costumbre hacerlo año con año, mi familia y otras muchas que viven en Sonora y cerca de la frontera estadounidense, fuimos de "shopping" a Phoenix.

En Phoenix puedes encontrar tiendas para todos los presupuestos, desde el Fashion Square de Scottsdale hasta el Arizona Mills en Tempe. Cuando entras al Fashion Square puedes identificar inmediatamente a los mexicanos pues siempre andan apurados y sudorosos, con un walkie talkie o un teléfono celular en una mano y bolsas de GAP, American Eagle, Guess o Hollsiter en la otra, solo unos cuantos, muy pocos, regresarán a México con cajitas azul (Pantone 1837) de Tiffany. Las cajas y bolsas con logos de Swarovski, Gucci, Luis Vuitton y Salvatore Ferragamo serán compradas, si acaso, en oferta en Macys o Nordstrom.

Yo no soy un gran consumidor así que solo compro lo que necesito: un par de jeans, un par de camisas, zapatos, algún suéter, ropa interior y calcetines. Buscar, medirme, comparar precios y comprar ropa me toma poco tiempo aún con los “encarguitos” que nunca faltan por lo que termino en alguno de los varios sillones del mall. Mi mamá y mi hermana se aprovechan y empiezan a dejarme las bolsas de compras “porque es muy pesado andar cargándolas por todo el mall”. Cuando menos lo pienso, la sala de espera se ha convertido en una isla de bolsas de compras, papás con los ojos entrecerrados del cansancio y viendo el ceular de puro aburrimiento esperando a sus esposas y cuidando a los niños pequeños. 

Las horas pasan lentas y mi única distracción es ver pasar a los gringos que aún con el frío visten shorts, camisetas y “flip flops” y andan en parejas o en grupos de 3 o 4 cuando mucho. Los Mexicanos entran en grandes grupos de seis o diez, regularmente familias, se paran frente al mapa directorio del mall, discuten por varios minutos y acuerdan cierta hora para comer juntos. Hay algunos que hasta reparten dólares, algunos exigen algo extra para el Starbucks. Los comentarios de las señoras emocionadas por los dólares que se han ahorrado cada vez que llegan a dejar bolsas de compras a sus maridos me hace pensar que ojalá nos toque verde en la aduana para no tener que abrir maletas. 

Después del mall, Target hasta que nos corran y cierren las puertas en nuestras espaldas y de ahí al Wal Mart 24 horas en donde estaremos hasta que el cuerpo, las piernas y las várices aguanten.

¿Ross, Dollar Store?....no, no, esas solo de nombre....