Cumplir años no es fácil…
Cada vez el tiempo se pasa más y más rápido. Los abrazos, un pastel, un plato de sopa seca, una piñata llena de dulces, los regalos, ¡los regalos! ¿Qué más se puede pedir cuando eres niño? Salir a jugar a la calle, al carro, a las escondidas, al resetón. Cómo dolían las pelotas en la espalda.
Los cumpleaños son una oportunidad para ser feliz. En uno de esos cumpleaños mi mamá me dio una caja de cartón con hoyos y un gran moño verde. Para el Pino, decía la tarjeta. Adentro de la caja estaba un gato pequeño a rayas blancas y amarillas. El Pichirilo murió después de algunos años, y después de el vinieron otros, la Wilbur, el Lucas. Ahora el tiempo apenas alcanza para estudiar inglés e ir al gimnasio de vez en cuando, además, los gatos son más divertidos en Facebook, cuando no tienes que alimentarlos ni sacar la arena llena de caca y orines.
Parte de la diversión en los cumpleaños, decía mi mamá, es abrir la puerta a los invitados (en realidad estaba ocupada sirviendo comida y correteado niños para que no se cayeran, golpearan o pelearan). Así que parte de mis tareas era estar pendiente de la puerta. Tocaron, abrí la puerta, frente a mi estaban unos amiguitos míos (3 hermanos)
- ¿Y mis regalos?, les pregunté.
- No traemos, me contestó la más grande de ellos.
Cerré la puerta y regresé a la sala con el gran y blanco pastel en medio de la mesa.
- ¿Quién era?, me preguntó mi mamá.
- Maricela y sus hermanos, le contesté.
- ¿Y, dónde están?
- Es que no traían regalos, contesté como si fuera algo obvio.
- ¿Y? me volvió a preguntar mi mamá con un tono más alto de lo normal.
- Pues.... no los dejé entrar, dije ahora dudando si había hecho bien.
- ¿Cómo que no los dejaste entrar?, ¿Dónde están? me gritó mi mamá mientras corría a la puerta, y yo corriendo atrás de ella.
Maricela y sus hermanos estaban sentados en la banqueta. Supongo que no sabían qué hacer, si regresar a su casa o pedir un teléfono prestado para llamar a su mamá (no había celulares). Mi mamá los invitó a pasar. Ya se imaginarán el regañadón que me tocó. Regañadón que aún recuerdo como pueden leer. Lo bueno de ser niño es que puedes divertirte aún cuando te hayan sermoneado por más de 15 minutos.
Los cumpleaños siempre son diferentes. Ahora disfruto más de un vinito o una cerveza bien helada, una buena cena o unos tacos, un viaje, la buena compañía, un beso por la mañana.
¡Feliz cumpleaños a mi!
3 Replies to “Cumplir años no es fácil…”
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Me encantó! Happy birthday my friend! ???????
Que bonita reseña Hiram la disfrute mucho, desde Peñasco te envió un beso y abrazo!
Feliz cumpleaños Hiram, que recuerdos inolvidables, que frescura la de ser niño, cuantas anécdotas y recuerdos felices. Bendiciones ? ❤